Formación para empresas

El peso de la formación para empresas en su rentabilidad

Hace justamente un mes, FUNDAE hizo público su Informe Anual sobre Formación para Empresas durante 2016 en el que se reflejan los resultados de esta iniciativa de formación y de las bonificaciones efectuadas por este concepto.

Las cifras trasladan una sensación agridulce en la que se entremezclan el mantenimiento del volumen de trabajadores participantes con la reducción del número de empresas formadoras respecto a ejercicios anteriores.

Ello parece reflejar, a nivel corporativo, un cierto desconocimiento del verdadero valor que la implantación de acciones formativas en el seno de las organizaciones añade a sus balances de cuentas.

Los últimos datos sobre formación bonificada

Las principales conclusiones que se extraen del Informe de FUNDAE son:

  • Un total de 367.770 empresas han realizado formación bonificada para 2.535.038 trabajadores repartidos en centros de trabajo de todo el territorio nacional.
  • El número de empresas formadoras pasa de 439.188 a 367.770. Lo que supone una reducción del 16,3% de empresas en el sistema respecto a 2015.
  • El 48,6% de los trabajadores formados han realizado más de una acción formativa a lo largo del año, por lo que han resultado participantes en formación para empresas un total de 3.766.997 personas.
  • Cada trabajador formado ha realizado una media de 25,4 horas de formación.

Tasa cobertura formación para empresas bonificada

Aspectos de rentabilidad en la formación para empresas

Todos los departamentos implicados en la gestión de la formación y el desarrollo de RRHH de una empresa deberían tener presente el potencial que atesora la formación para empresas en cuanto al incremento de su rentabilidad.

Ello se refleja, principalmente, en los siguientes aspectos:

  • Aumento del rendimiento: El desarrollo del aprendizaje autodirigido en la oferta de los empleados, en su mayoría con acceso a dispositivos móviles, es una gran ventaja para abrir el abanico de posibilidades formativas.
  • Cultivo de la agilidad: El aprendizaje programado incorpora nuevas habilidades y competencias o perfecciona las que ya existían agilizando su desempeño en la actividad laboral de la empresa.
  • Influencia en la cultura de empresa: A través de la transformación digital, se impulsa la innovación. Igualmente, la integración del aprendizaje al puesto de trabajo y compartir las buenas prácticas construyen unos formidables pilares en la cultura de empresa.
  • Ajuste fino de procesos: Big Data y otra serie de conocimientos relacionados c sirven para afinar y ajustar los procesos internos y externos en el desarrollo de la actividad económica de la empresa obteniendo mayores ratios de productividad y rentabilidad derivados de los mismos.
  • Mejora de la eficiencia: Eligiendo la modalidad formativa adecuada al perfil de cada empleado, se agiliza su eficiencia operativa (cuando se trata de nuevo personal) o se mejora (en el caso de personal permanente).

Formación para empresas bonificada por sectores

De una forma o de otra, la formación para empresas remunera con creces todo el esfuerzo realizado en su organización.

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